“Þetta Reddast” - Con esta expresión Alberto Mena nos resume uno de los aprendizajes que le ha ofrecido la participación en este año 2020 en el proyecto del SVE en Islandia con "Icelandic Forestry Association", en el que llevamos trabajando los últimos 5 años, un proyecto súper chulo de plantación forestal.
Queremos despedir este 2020, con sus palabras y su experiencia tan satisfactoria que para nosotros es un bonito regalo:
Es difícil explicar lo que esta experiencia ha significado para mí, con todos esos altibajos, con los que han podido ser los mejores días de mi vida seguidos de luchas internas y viajes introspectivos. Lo que sí tengo claro es que esta experiencia me ha permitido crecer, crecer como persona, como profesional del medio ambiente, crecer como nunca me había imaginado que podría en un período tan corto de tiempo.
Pese a haber cambiado muchas cosas respecto al plan original por el coronavirus, como no, finalmente tuve la suerte de poder participar en este proyecto en el increíble país de Islandia. Tenía las expectativas muy altas, venía de una larga cuarentena y lo único que quería era que me dejaran coger ese vuelo, que abrieran las fronteras y poder disfrutar de esta oportunidad que quién sabe si volvería a tener. Y he de decir que Islandia no decepciona, todo lo que te imaginas de este país, las fotos, los documentales no les hacen justicia a los increíbles paisajes que te encuentras en tu día a día. Desde el mismo momento en que salí de ese aislado aeropuerto hasta el duro momento de vuelta a España no paré de alucinar con la majestuosidad de este país.
Respecto a las condiciones de trabajo, fueron inmejorables. Teníamos todo el equipamiento que necesitábamos y más, todo tipo de comodidades que sinceramente no me esperaba tener. Si es verdad que sobre la organización como tal habían ciertas discrepancias, causadas sobre todo por esa diferencia cultural tan grande que hay entre la islandesa y española. Si tuviera que definir su modo de trabajo y un poco su estilo de vida utilizaría un término islandés “Þetta Reddast” que se puede traducir más o menos como “todo se solucionará por sí mismo”, filosofía que puede chocar un poco al principio pero sin duda de la que se puede aprender, y de hecho de la que aprendí muchísimo.
Por todo esto me gustaría agradecer tanto a Ecoperia como a Skógræktarfélag Íslands por darme esta oportunidad de la que he disfrutado y aprendido tanto.
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